La disociacion, la disrupcion, la introyeccion, la introspeccion, la escision como mecanismo de defensa del yo son reacciones sabias que permanecen siempre en la persona para su propio bien y tomados como defensores del yo son imprescindibles para el desarrollo y su eliminacion deja en orfandad a quienes lo pierden, en forma critica con el psicoanalisis que pretende su disolucion dejando a la persona solo con la sublimacion como aceptable. Y coloca al yo en dependencia dudosa con yo ello y su superyo que son realmente los que gobiernan la persona y la conducta hasta la despersonalizacion sin identidad propia y si ajena. No integra como se pretende hacer sino que subdesarrolla en la opulencia que se crea con lo que seria mas debil todavia el yo del sujeto. Debe regir el si mismo.
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