viernes, 10 de agosto de 2012

El si mismo

El desarrollo del si mismo como constructo integrador psiquico nace de la necesidad personal de integracion que sienten los individuos aquejados de despersonalizacion. Cuando se logra la armonia de la persona el yo resurge pero ya no gobierna sino el si mismo que se alza en la cuspide de la piramide personal. Las personas enagenan cuando no se logra la armonia. Unos mas y otros menos. Asi surge el conflicto de las conocidas como instancias psiquicas ello, yo y superyo. La elaboracion de una forma u otra lleva a la usurpacion de la persona en todo su ambito dejandole irreconocible. Aparece la conocida locura que todo lo invade a su favor. Llegado ese punto parece un proceso irreversible de por vida. La persona se integra o se trastorna.
 El si mismo estaria integrado por todos los aspectos de la persona desde los puramente biologicos hasta los mas sofisticados hechos colectivos o sociales. Y solo cuando se produce una verdadera union en el sentido mas profundo del ser entonces la persona podra desarrollar aptitudes para la vida.
Si caracterizamos la vida como "la materia con necesidades" podremos conocer el sentido de toda forma de vida que viene de la nada. Sentimientos, emociones, desplazamientos, motivaciones regidos por las necesidades. No solo de alimento, tambien la supervivencia propia, es decir de la especie. La esencia seria e si mismo, la constatacion de un hecho crucial en la evolucion de las especies. Pero no en soledad desapegada sino como mismidad empatica hacia uno y hacia los demas, sabiendo que nuestro cuerpo nos pertenece de forma vicaria y estamos regidos por el, la naturaleza. No solo mente o alma sin entidad fisica. Se podria discriminar entre un si mismo real y un si mismo incierto, ya que el si mismo en soledad no es posible y o se sublima o se convierte en lo contrario, la soledad profunda en absoluto.

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